Mes de fotografía: Los primeros 50 años de la práctica fotográfica en Chile (1839-1890)

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Para este mes de la fotografía hemos preparado un pequeño especial sobre los inicios de la fotografía en Chile. Seleccionamos y digitalizamos daguerrotipos, el primer proceso fotográfico que se extendió por el mundo, ambrotipos y ferrotipos. También, encontraran dos noticias que se publicaron en Chile en 1839 y 1840 sobre la fotografía y dos álbumes con vistas de la cordillera y de la ciudad de Santiago. Los fotógrafos o las fotógrafas aún no son identificados.

Las primeras noticias sobre la invención del daguerrotipo se publican en Chile en el periódico El Araucano el 13 de diciembre de 1839 y el 24 de enero de 1840. Los artículos titulados “Dibujo Fotojénico” y “Daguerreotipia. Demostraciones públicas del proceder de dibujo fotojénico de M. Daguerre” daban a conocer “el nuevo modo de dibujar (…) inventado por Mr. Daguerre.”. El proceso de invención de la fotografía se describía de forma extensa. Se destacan varios nombres y sus trabajos para llegar a la invención final, que fue presentada por Daguerre en 1839, donde sólo con la luz solar se fijaron en una plancha metálica las luces y sombras de una figura o perspectiva.

Meses después, en junio de 1840, estuvo la oportunidad de conocer el invento en Chile, con el arribo al puerto de Valparaíso, en junio de 1840, de la fragata francesa Oriental-Hydrographe. Era un buque de instrucción y comercio cuya tripulación estaba compuesta principalmente por marinos, profesores y jóvenes franceses y belgas. El capitán de la Oriental-Hydrographe, Augustin Lucas, compra una cámara de Daguerrotipo. Un “instrumento poderoso de la civilización”, como decían los informes de la época, no podía faltar en la escuela flotante la Oriental-Hydrographe.

En el Mercurio de Valparaíso, principal periódico chileno de la época, se identificó a Comte como la persona “a cargo de un Daguerrotipo que les proporciona las vistas más notables de las ciudades y lugares que frecuenten”. No se tiene registro sobre los resultados de los primeros daguerrotipos realizados en el país, y si la cámara llegó a usarse en el puerto. El viaje de la Oriental-Hydrographe alrededor del mundo concluye en Valparaíso el 23 de junio, cuando la fragata se hunde frente a las costas del puerto.

El segundo intento. Tampoco está exento de curiosidades, azares y pifias del período. Esta vez fue iniciativa de un diplomático chileno, Francisco Javier Rosales. Seguramente admirado por la capacidad técnica de la fotografía para crear representaciones exactas de la realidad, compró una “cámara lúcida” al mismo Daguerre. Su idea era que los profesores del Instituto Nacional de Santiago, el principal establecimiento de educación del país, conocieran la nueva invención. La cámara de daguerrotipo viajó por el océano Atlántico hasta el puerto de Valparaíso, en el verano de 1841, donde llegó sin dificultades. Pero en el traslado a Santiago sufrió daños que ni los profesores del Instituto Nacional ni los científicos de la Universidad de Chile pudieron reparar. Así se torció otra oportunidad de conocer la fotografía en Chile.

Tendrían que pasar dos años más para que, finalmente, en 1843, el daguerrotipo se conociera en Chile. Fue por obra de un francés itinerante, Philogone Daviette, quien pasó dos meses retratando a vecinos de Valparaíso hasta que regresó al Perú. Posteriormente, es otro francés, del cual sólo tenemos su apellido, Mr. Hulliel, que en el verano de 1844 anunciaba su dominio del daguerrotipo. No se conservan o se han identificado sus daguerrotipos, pero se considera que su mayor aporte fue traspasar sus conocimientos a José Dolores Fuenzalida, un santiaguino de 34 años que se convirtió en el primer daguerrotipista nacional.

Entre 1843 y 1850 fue el período de la fotografía itinerante. Cerca de 25 daguerrotipistas viajaron al país y lo recorrieron de norte a sur (de Copiapó, al norte, hasta Concepción, en el sur). Esta afluencia se debe –de alguna manera- al cambio profundo que se estaba produciendo en la mentalidad y la fisonomía de una república en plena emergencia. La imagen fotografica fue una novedad tecnológica muy apreciada en el contexto de premodernidad que vivía el país y rápidamente se extiende por Chile a través de la forma del retrato fotográfico.

Otro elemento importante del período fue la ampliación de la práctica fotográfica cuando aparecen la demanda por vistas de paisajes. Frecuentemente se comercializaban en álbumes con imágenes de las principales ciudades del país, aspectos geográficos y lo que se denominaba en la época como costumbres populares.

Hacia finales del siglo XIX la práctica fotográfica desarrollada por profesionales estaba extendida a lo largo del país y existían talleres establecidos y bien habilitados para entregar una serie de servicios fotográficos.

Un fenómeno destacable del período es el surgimiento de gran cantidad de fotógrafos aficionados que empujaron los límites de la fotografía y la abrieron hacia el carácter artístico. Ajenos a la finalidad comercial, fundaron su quehacer como una actividad ocasional, desinteresada y relacionada con el ocio, pero muy absorbente, ya que le dedicaban mucha energía durante sus paseos y tiempo libre.